Curas que abusan sexualmente de niños y niñas — el problema y su encubrimiento ya son bien sabidos.
Ahora, el portal de noticias GlobalPost investiga un perturbador nuevo capítulo de esta historia.
La Iglesia Católica ha permitido que algunos sacerdotes acusados de abuso sexual en los Estados Unidos y Europa encuentren refugio en parroquias ubicadas en rincones pobres y aislados de países subdesarrollados.
Esto sucede incluso ante las promesas de un nuevo papa de limpiar el registro de escándalos de abusos que tiene la iglesia.
Durante un año seguimos a algunos de estos sacerdotes en América del Sur — no muy lejos de la tierra natal del papa Francisco.
Todos los hombres que encontramos siguen su trabajo de cura menos uno. Ellos disfrutan del privilegio, respeto y acceso ilimitado a jóvenes, producto de ser un miembro del clero.
Uno de los curas admitió en una entrevista con GlobalPost que había acosado sexualmente a un niño de 13 años, y reconoció que por eso nunca podría volver a ejercer el oficio en los Estados Unidos. Continúa predicando en una villa pesquera del Perú. A otro lo están investigando autoridades brasileñas por varios casos de presunto abuso sexual, incluso en los barrios pobres donde durante dos décadas dirigió un hogar de niños de la calle — con el apoyo de la Iglesia Católica.
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